Tesis
para obtener el grado de Maestría en Ciencias con orientación en Trabajo Social
Salvador Guillén Pérez
[1]* [2]**
Introducción
El presente documento se
realiza con la intención de describir
la relación entre el empleo de la producción de software y el mercado de
trabajo emergente. Se parte de la idea de que esta realidad atraviesa
la condición de desarrollo personal y grupal de los individuos que participan
en ella, con la característica de ser un proceso creativo y de constante
innovación. Además, se empatan con una lógica de integración de procesos
tecnológicos y el reconocimiento de representaciones simbólicas en los sistemas
productivos, creando un mercado de trabajo específico para los condicionantes
de estos productores de símbolos.
El punto de interés en esta
investigación es nombrar las características que constituyen nuevos estilos de
trabajo. Se parte de identificar un nuevo concepto de ocupación laboral, que
incluye el análisis de información y se basa en símbolos, desprendiéndolo de la
producción material, pero sobre todo centrado en la relación del individuo con
maquinas que se encargan básicamente del procesamiento de información.
Así aparece el concepto de
Cognición Socialmente Distribuida, que permite mostrar la relación que existe
entre estos trabajos, los individuos y su conceptualización laboral, que
muestra las condiciones propias de esta ocupación, con características
exclusivas de la actual conformación de las Sociedades del Conocimiento
Concepto
de sociedad del conocimiento
La llamada Sociedad el
Conocimiento (SC) es una etapa que se ha reconocido en el desarrollo de las
sociedades postindustrializadas y ha permitido establecer el análisis de una
serie de condiciones que si bien tienen en su centro la productividad, esta se
reconoce a partir de procesos cognitivos y manejo de información, en el que los
objetos que la procesan, (las tecnologías de la información, TI´s) son un
elemento importante.
De forma generalizada se
reconoce que el eje de estas SC gira en torno a la producción de símbolos y el
procesamiento de estos para su comercialización. De forma concreta, la SC se
puede reconocer debido a su naturaleza intrínseca, a un orden de manejo del
capital, el cual atraviesa en todo momento una categoría de análisis de
información entendido como proceso cognitivo. La distribución del conocimiento
en sí mismo no es la base de estas sociedades, sino cómo en estas mismas
sociedades se ha podido comenzar a generar una forma de movilizar el capital
social y las ventajas que representa en los costos de producción y logísticas
para distribución a partir de los símbolos producidos (Vilaseca et. al., 2005).
Para entender el concepto de
Sociedad del Conocimiento es necesario realizar un breve análisis de las
condiciones que han permitido, o que por lo menos a la fecha sostienen, la
estructura medular de esta forma singular que promueve la reproducción del sistema
capitalista, ya que el pensar el trabajo dentro de esta forma de concebir la
realidad económica permite diferenciar las funciones que ejercen los propios
mercados de trabajo, y que da paso a entender el cambio dado en los procesos de
producción.
Si bien la masificación de las
comunicaciones ha sido una constante, se debe mencionar la aparición de
estructuras generales que permiten comprender el proceso que opera en las
Sociedades del Conocimiento y ponerla en perspectiva con anteriores etapas del
capitalismo. Paulatinamente el paso a la Sociedad del Conocimiento se ha
generado a partir de nuevas formas que se alejan de la manufactura y la
producción de servicios, para adentrarse en un sistema particular que encuentra
un desarrollo económico basado en una actividad distinta que sostenía el
proceso capitalista hasta la década de los 70’s, tras la aparición de las
economías posindustriales (Bell, 1976).
El reconocer entonces que han
surgido una forma que sostiene actividades económicas distintas en estructura y
procesos en la economía, nos permitirá responder no solo al fenómeno de la
producción digital, sino de cómo esta producción se ha introducido en el resto
de los sectores productivos y ha logrado encender una luz para reorientar la
dirección del movimiento de una gran cantidad de actividades económicas, las
cuales si no es a partir de un uso de herramientas digitales, son la misma
producción de medios o herramientas para la construcción de dichos sectores las
que lo caracterizan.
Pero si se considera en
sentido general la aplicación del conocimiento a la creación de tecnología se
dejaría de lado la definición para concebirla como una descripción actual. Lo
que lleva a la tecnología a ser la base en estas SC es que es llevada a un fin
en el que los aparatos generan un procesamiento de información y promueven la sustitución de habilidades y
procesamientos mentales (Castells, 1999).
Para definir el tema que nos
concierne es necesario además especificar el concepto de conocimiento, el cual
según la óptica que lo describa tendrá particularidades, pero en su generalidad
encontramos que es reconocido como un proceso, el cuál puede concebirse dentro
o fuera de la mente, y no solo como una estructura fija (Hutchins, 1995;
Lozares, 2007; Sadurni, 2007). Siguiendo lo anterior, el proceso y sus agentes
serán entonces los que den las características de cómo es adquirido,
transformado, etc. ya que el conocimiento está en relación con la actividad
humana y que su generación es dinámica, pues se centra en la interactividad de
grupos, individuos o sociedades.
Esta descripción de
conocimiento es aplicable para entender las condiciones actuales de la
concepción laboral tanto económica descrita por De la Garza (2006) en el que
señala que no existe una ley universal para comprender estas dos realidades
(laboral y económica) y las posiciona en un lugar fuera de las estructuras de
la sociología clásica, para llevarlas a un lugar de micro sociologías que
responderán a condiciones de interacción, mas no a un patrón o estructura fija,
ya que se crea en la interacción de cada individuo; así podemos dar paso a la
concepción de Sociedad del Conocimiento, esta que articula el objeto económico,
procesos de producción y relaciones interpersonales, basados en una plataforma
tecnológica que potencializan estos conceptos.
Trabajo
ampliado
En su texto “Hacia un
concepto ampliado de trabajo” De la Garza (2010) muestra algunas condiciones
que permiten englobar las características sociales que dan pie a una reconceptualización
de la ocupación laboral, incluida la importancia del desarrollo social tomado
como el desarrollo de capital social y humano destinado a un objetivo
productivo en la economía. De esta forma describimos cómo el interés se ha
centrado en lo laboral, no solo en lo económico, sino en el desarrollo de
actividad personal, puesto que se está en el entendido que son conceptos del
mercado de trabajo que surgen como nuevas opciones, y que se comienza a
considerar en una realidad contemporánea.
Podremos encontrar que
el trabajo estará conceptualizado como un proceso que requiere
contextualización, requiere una toma de conciencia de las metas a las que se
está dirigiendo la acción y el esfuerzo además de la forma en que estas metas
serán logradas (De la Garza, 2010). Considerando estas características veremos
que es posible describir una nueva forma de concebir el trabajo, comenzando por
el campo en el que habrá de desarrollarse, así encontraremos que las nuevas
formas descritas son las que permitirán incluir los modelos en que se basa esta
investigación.
Dentro de una contextualización histórica se identifican los medios de
producción y los objetos dentro del trabajo, pero en esta intención de ampliar
su alcance encontraremos que es precisamente, la producción inmaterial una
variante que surge en tanto que se identifican las nuevas formas de
conceptualizar los productos. En esta forma se incluyen los servicios y la
producción simbólica (De la
Garza, 2010). Este tipo de trabajos requiere una función de diseño que se
logra reconocer como un procesos artesanales, por lo que para referirnos a este
concepto nos remitirnos a Levi-Strauss (1964) quien aborda el concepto de bricolaje, el cual se representa como un
conjunto de capacidades que posee un individuo y ayudan a resolver de forma
pragmática un problema. Para Baker y Nelson (2005) el rol del bricolaje se construye tanto en términos
del campo físico como intelectual, el cual se puede representar en condiciones
relacionales entre individuos, es decir, que contando con distintos recursos,
el bricolaje puede combinarlos para dar respuesta a un elemento no establecido
anteriormente como “formal” y de esta manera construir una nueva vía para
resolver la situación en la que se encuentra.
Podemos mencionar el
reconocimiento de un proceso de subjetivación de la tarea, que se promueve a
partir de la creación de símbolos, los cuales son compartidos por los
integrantes de una comunidad, pero que son tomados de una manera diferenciada
por los miembros de dicha unidad, según su grado de implicación. El análisis en
este punto incluye el surgimiento de las “sociedades de trabajo”, es decir, en
tanto que un grupo de personas comparte sus símbolos y lenguaje se crea una
relación de “comunidad simbólica del trabajo”, en ésta se ve claramente la
intención de la producción pero además se puede dar la situación de estar
mezclado con un estilo de vida y un espacio en el que se desarrollan
actividades cotidianas, que no requieren una rigidez. Lo anterior nos hace
pensar en la conceptualización que ha surgido a partir de reconocer la
diferenciación de trabajo y ocupación, por el tipo de actividad u objeto que
producen, sino por su producción útil en lo social (De la Garza, 2010). De esta
forma utilizaremos la diferencia entre ambos conceptos (ocupación y empleo)
para reconocer específicamente cuales son los símbolos que comparten algunas comunidades
de trabajo, que generan estructuras relacionales y encuentra diversas maneras
de conducir a fin su intención. Por lo tanto resolverán conflictos con las
herramientas que se generan con las estructuras en común (Johri, 2011).
En un apartado anterior
se presentó las condiciones de la llamada Sociedad del Conocimiento, ante la
cual se muestran características que no solo se entienden por participar de las
Tecnologías de la Información, sino de mostrar el cómo un sistema económico se
puede basar en las características del aprendizaje y cognición, de forma
general. Por lo tanto, el estructurar una dimensión interactiva entre los
miembros de una comunidad, no es solo una parte que contenga las dimensiones
practicas de un proceso de generación, sino que está caracterizada por
ocupaciones emergentes o nuevas aplicaciones de las mismas, tal es el caso de los
programadores de software libre, médicos, reporteros sin fronteras, documentos
comunitarios como wikipedia, etc. se constituyen como dispositivos generadores
de información (Rodríguez, 2011), por ejemplo, podemos identificar que cuando
una comunidad de conocimiento genera una información, esta se utiliza para
coproducir otras nuevas informaciones o extensiones de la misma. Pero
atendiendo a la propuesta de una dimensión epistemológica, la táctica, para que
una persona pueda acceder a la información generada en una comunidad del
conocimiento, debe estar integrada en una estructura de conocimientos previos,
que le permitirán la entrada a dicho conocimiento. En su característica
ontológica, se muestra la función de las comunidades de conocimiento, su interacción
social, las acciones objetivas y su configuración objetiva, como una base para
el desarrollo del conocimiento o la cognición en dicho grupo (Rodríguez, 2011).
Hombre
computadora trabajo
A
continuación desarrollamos el concepto “programadores de software” lo que
permite describir específica y detalladamente sobre sus funciones y sus
alcances. Por ejemplo, el entender que la función de ingeniero de software no
está basada en una formación, sino en un desempeño, nos permite comprender el
por qué la Sociedad del Conocimiento ha sido la cuna para la formación de esta
ocupación.
Para desarrollar un concepto de programador o sus funciones,
debemos partir de la realidad de su producto, o mejor dicho de cómo se
construye su producto. Para Lévy (2011, p.p. 27) un programa es “una lista bien
organizada de instrucciones codificadas, que pretenden hacer cumplir una tarea
particular a uno o varios procesadores, a través de los circuitos que
controlan, los programas interpretan los datos, actúan sobre las informaciones,
transforman otros programas, hacen funcionar ordenadores y redes, accionan
máquinas físicas, viajan, se reproducen, etc.”, de esta manera se desarrollan
las acciones y el trabajo de los programadores, diseñadores y desarrolladores
de software
Entonces,
partiendo de la idea presentada en el texto de Basil y Zelkowitz (1979)
encontramos que el desarrollo de software y su producción abarca un amplio
rango de actividades. Depende de la cantidad de programadores o personas que se
involucran en el proyecto, considerando si es un producto de gran escala o de
baja escala (según la ocupación y los usuarios potenciales), se pueden ocupar
diferentes tecnologías, herramientas o técnicas para la producción. Por
ejemplo, algunas herramientas son poco prácticas para ciertos ambientes de
programación (considerando el entorno, la comunicación entre departamentos y
personal, etc.). Lo más importante es entender que este desarrollo se realiza
para lograr un beneficio en los costos.
Por
otro lado encontramos las condiciones del bajo requerimiento en tanto a la
educación que refieren los documentos revisados (Perera, 2011), siendo posible que
adquieran el conocimiento de manera informal, pero que les permita resolver el
problema presentado, reconociendo en esto una como característica de la SC (Vilaseca
et. Al 2005) que deja ver los procesos del manejo de la información
indistintamente de la forma en que se hayan adquirido. Si bien estas
actividades pueden encontrarse bajo una función técnica, el requerimiento del
proyecto podrá designar el lugar de aquellos que participan en cada desarrollo
en específico, diferenciándolos como programadores, coordinadores o directores
del proyecto.
Considerando
que cualquier diseñador mantiene una competencia para lograr construir un software
que aparezca sin “defectos de fabricación” o fallas, y además que funcione de
forma segura, considerando las dificultades que se puedan presentar al
aplicarlo a un hardware con características específicas, entenderemos que el
concebir al desarrollador de software requiere no solo comprender las
capacidades técnicas de compilación de datos o códigos, sino la función de
conceptualizar de forma integral las necesidades de un cliente para llevar a
satisfacerlas (Zelkowitz 2007).
A
partir de esta información podemos mostrar una división operativa más concreta y
que responde a formación escolar, experiencia y capacidades para el desarrollo
de soluciones y formas de análisis e integración de resultados.
La
identidad del sujeto que desarrolla una actividad laboral es alimentada y
creada en parte por otros elementos que se consideran a continuación:
1-
Gestión del conocimiento y del trabajo:
articulan las prácticas laborales y los
procesos de formación de identidades, las que, a su vez, dependen de los
modelos interactivos que se establezcan;
interacciones entre trabajadores, organizaciones, y entre estos y el cliente.
Es decir, entre los diferentes “sistemas de interacción” que se crean en torno
a la construcción del conocimiento, y por lo tanto del trabajo.
2-
Las diferentes dimensiones del proceso de
trabajo, vinculadas a la construcción de espacios profesionales (que pueden ser
virtuales o físicos): muestran la extrema complejidad de los procesos
cognitivos, y que esta complejidad opera en estrecha relación con el individuo
y su conciencia, otorgando al trabajador un rol central en los nuevos procesos
económicos.
3-
Existe un crecimiento de la individualidad en
el proceso de trabajo relacionado con la identidad profesional: podemos
entenderla como un componente en el proceso de socialización, que promueve
lazos solidarios tanto a nivel Intra e Inter empresarial (concibiendo “empresa”
como un sistema establecido y desarrollado como acción laboral) articulando e
impulsando el desarrollo del sector.
Cuando
el trabajo de desarrollo de software está realizado a la medida de un cliente
se requiere seguir una serie de pasos que aseguren la satisfacción a través de
la implementación correcta del producto y cumpla con las necesidades de los
distintos grupos de solicitantes. Así, tras una lista de requerimientos por
parte del cliente, aparece la figura de gerente o coordinador de proyecto
(mayormente ligado a procesos de venta y cumplimiento de necesidades del
cliente) coordina al grupo y solicita a los
trabajadores para que cumplan los objetivos pactados. Por su parte, los
programadores reconocen el trabajo que habrán de realizar y ponen de manifiesto
que la organización vertical no es las que habrá de solucionar las necesidades
del cliente, sino el proceso mismo de programación con el que se sugiere un
desarrollo de ingeniería que sistematice y resuelva el problema (De la Garza y
Rodríguez, 2011). Entonces aparece claramente el proceso cognitivo como la
forma de relación de trabajo en el que se ha incluido una sistematización de
secuencias y procesos que no resultan iguales en todos los casos, sino que
representan un reto que resuelven en cada momento los analistas, cual materia
del intelecto adiestrado en una técnica. Los programadores resuelven problemas
con el código, transforman el lenguaje común en lenguaje de programación y
sustentan la integración de los comandos en una lógica que no es otra que la
propia de cada programador que cuenta con la capacidad de administrarla a
disposición de la petición de trabajo. Modela su materia y le da forma a
petición de terceras partes para volverlo funcional.
Se debe reconocer que la formación de símbolos ayuda a
través de la construcción de “grupos de símbolos” a resolver ciertos tipos de
problemas. De manera estructural De la Garza y Rodríguez y (2011) han
reconocido que este proceso se da a partir del cumplimiento de estos 4 pasos
que contemplan el “ciclo de vida del software”:
Conceptualización- diseño de los conceptos- grafías
de los requerimientos acordados con el cliente
Formalización- se formalizan las necesidades y se
estipulan en un sistema de modulación que habrá
de sugerir el programador con mayor habilidad y conceptualizarlo como un todo segmentado
Proceso de datos- se construye a partir de módulos
que cuenten con una secuencia lógica y la funcionalidad
y diseño de cada uno de estos.
Implementación- la fase en la que se pone en uso
el desarrollo programado y que cuenta con la
aprobación por parte del cliente.
Como
sectores productivos y medios de sustento económico las comunidades simbólicas
de trabajadores cognitivos encuentran distintas formas de interacción ya que
están centradas en tareas específicas y un reconocimiento de sus capacidades
más allá de las ofrecidas por sistemas rígidos. La flexibilidad en el trabajo
es una característica principal que se da en las distintas estructuras
cognitivas. Son los programadores a través del diseño de sus algoritmos los que
crean esta comunidad y le dan sentido a la relación que mantienen mediante sistemas
de transmisión de información que ayuda al cumplimiento de las tareas, lo que
les ayuda a reconocerse como una comunidad simbólica de características
cognitivas singulares. Queda un trabajo similar al desarrollado “a mano” y que
le da la singularidad a cada proceso, sin estructurar un sistema, general que
permite la movilidad de los miembros del equipo y que no atienden en su
totalidad las exigencias de un mercado institucionalizado. Más bien pareciera
que sugiere la creación de una nueva forma de interlocución o comunidad para el
intercambio de desarrollos intelectuales como las comunidades P2P
(peer-to-peer, o red entre pares) que promueven una red de intercambio de
información (Bauwens, s/f) en el que no intervienen clientes (terminales que no son capaces de ejecutar programas por
si mismos pero podían conectarse e interactuar con computadores
remotos por medio de una red y dejar que éste realice todas las operaciones
requeridas) ni servidores fijos. Esta serie de
actividades se han vuelto un grado de “servicios simbólico-analítico que
incluyen actividades de identificación de problemas, solución de los mismos e
intermediación entre los clientes en redes o cadenas de valor, ya que lo
importante no es la electrónica, sino la ciencia cognitiva.
Atendiendo
estos conceptos, ahora es posible mostrar el trabajo creativo que suceda en la
conformación del grupo de trabajo, es decir, el desarrollo de nuevas redes de
trabajo, que permite una distinto orden de estructuración social, en la que,
siguiendo la postura de Erikson (1990), entendemos que, ante todo, se
coloca el desarrollo cotidiano de una persona como una postura que genera una
alienación, la mezcla de la vida diaria aunada a la función laboral, así se
dará paso a nuevas formas de su práctica social y a la creación de modelos
antes inexistentes, los cuales se soportan en las Tecnologías de la
Información. Dichas estructuras están en una relación directa entre artefactos,
y el aprovechamiento y creación de nuevas habilidades sociales, que permiten
observar formas antes no registradas, en relación a estructuras de trabajo
flexible y que además sustentan procesos de comunicación entre los individuos.
Se construye un esquema a partir de la técnica general compartida, como es una
herramienta de comunicación, que a forma de bricolaje
demuestra la intención de crear, con los recursos a la mano, una forma propia
de colocarse en un campo compartido de símbolos referente a comunidades
específicas (Johri, 2011)
El principal concepto que se
enmarca con esta descripción realizada de actividades es el de Trabajo
Globalmente Distribuido (TGD) (Johri, 2011), en el que se toman nuevas
estructuras para realizar procesos de trabajo y organización generalmente, y es
posible reconocerlo ante trabajadores que comparten una temporalidad, contexto,
disciplina, ocupación y/o organización, los cuales resultan en un respaldo para
la interacción en sí misma, dependiendo de las actividades requeridas. Podemos
entender que la estructura contiene entonces un proceso de fugas de información,
los cuales deberán entenderse como inherentes al proceso del TGD, pero el
desarrollo de software, dado por su naturaleza, permite el desprendimiento de
espacios físicos para su creación, es decir, no se requiere la presencia física
de un trabajador en diseño de software, de forma presencial, a pesar de que los
proyectos requieren de altos grados de interacción de los individuos que
participan en el grupo. Son las mismas herramientas que crean los
programadores, las que permitirán desarrollar sistemas de comunicación e
intercambio para establecer estos mecanismos de trabajo en conjunto, además de
sus resultados (Johri, 2011).
Cognición
socialmente distribuida
El
objetivo del presente apartado es mostrar de forma general las condiciones que
constituyen el cuerpo conceptual de la Cognición Socialmente Distribuida (CSD);
sobre cómo el análisis de las categorías cognitivas permite entender la
interacción o formación de procesos que son compartidas socialmente,
permitiendo así observar cómo es que se da la conformación y características
del grupo que nos trae al interés, los programadores de software, que se
encuentran mediados por procesos económicos y laborales, basados en la
construcción y producción del conocimiento. Se muestra también cómo esta
interacción está basada en la construcción social que ha surgido mediante el
desarrollo de los sistemas computacionales, en conjunto con las características
humanas y las formas de atención dirigida a concebir un concepto de cognición
social. Por último se muestra la relación que tiene este aporte (la CSD) en
relación a los trabajadores del software, mostrando características propias de
los espacios y procesos.
En
su base, la Cognición Socialmente
“no considera los
procesos cognitivos como exclusivamente internos a la mente humana, sino que
los contempla de una manera más extensa, en la mente y fuera de ella,
incluyendo en ello, por ejemplo, comportamientos verbales y no verbales,
mecanismos de coordinación, formas de comunicación interacción entre la gente y
los artefactos, las representaciones internas y externas (Lozares, 2007, p.p.
279)
Pero
el proceso del que da cuenta Lozares no es exclusivo del hombre en tanto ser vivo
que se desarrolla e interactúa en la vida cotidiana. Uno de los aportes que
podemos reconocer en la propuesta de la CSD es la inclusión de no solo
personas, sino de artefactos, que como menciona Cicouriel (1994), esta
interacción se da en la producción, modificación, y distribución de los
componentes sociocognitivos y los contextos sociales. Por lo tanto, no podemos
dejar de lado la propuesta realizada por Piaget al incorporar los procesos de
“acomodación” y adaptación, pero debemos tomar en cuenta las condiciones que
surgen a través de la interacción con los objetos que soportan los procesos
cognitivos (con todas las características antes descritas).
Así
llegamos a una concepción de la CSD que muestra una cognición distribuida entre
los agentes y los artefactos en un momento histórico específico, y se debe
considerar que dicha cognición depende de la posición de los sujetos
participantes en la interacción social y cultural. Mencionaremos que cada
proceso de distribución requiere su esquema particular, ningún patrón puede ser
utilizado para leer otra estructura, ya que cuenta con elementos distintos que
la conforman, por lo que explica Lozares (2007) que al modificar los contextos
y utilizar la misma forma de razonamiento damos cuenta de que pueden existir
equivocaciones. Las equivocaciones se dan debido al cambio de contexto, por lo
que no pertenecen a un conflicto en el razonamiento mismo (Lozares, 2000), por
lo que podemos concluir, que al poseer diversos contextos de interacción, en
cada espacio se habrá de generar una estructura de razonamiento dependiente de
los agentes puestos en juego y los objetos utilizados.
Al momento se ha realizado una descripción de
lo que se reconoce como CSD y sus características generales, dejando observar
su cimiento “pragmático”, pero es necesario comenzar a describir cuales son los
componentes que le forman y dan sentido a una estructura teórica que intenta
más bien describir procesos.
Mencionemos 5 principios básicos ofrecidos por
Hollan, Hutchins y Kirsh. (2000) y que permite reconocer un potencial al
momento de realizar el análisis de su conformación. 1) la unidad de análisis es
un sistema técnico-funcional que se forma por grupos de agentes y artefactos
auto organizados, adaptados y adaptables a su entorno, forma así una plataforma
de referencia para cada elemento posterior a analizar dentro de un sistema en
particular. 2) la unidad que se analice posteriormente se mantiene ligado al
primer sistema referencial siempre, y se constituye de representaciones
internas y externas, que forman un sistema cognitivo propio, pero dependiente
del sistema técnico funcional. Esta condición se puede entender ante la
necesidad de reconocer un repertorio de capacidades colectivas que se requieren
para la realización de una actividad, entendiendo que el conocimiento de los
miembros del sistema es variado y colectivo. 3) los nuevos conocimientos se
generan a partir de acciones recurrentes y no necesariamente lineales. A partir
de aquí podemos sugerir que la CSD es una propuesta de conocimiento emergente y
que cuenta con capacidades cognitivas diferentes al de la suma de sus miembros.
4) los procesos funcionales-cognitivos son computacionales, lo que implica
coordinación e interface entre las estructuras internas y externas del sistema
cognitivo. 5) la información o representación se transforma selectivamente en
red socio técnica a partir de un estado inicial, el cual es entendido como un
horizonte de observación, por lo que el resultado se muestra como itinerario o
trayectoria, en si, como un proceso.
Ante la conformación de un sistema cognitivo
que contenga las características ya mencionadas, se puede retomar una propuesta
ofrecida por Lozares (2007) y mostrar una división en subsistemas o diversos
elementos a) los agentes, humanos o artefactos, y los recursos que son capaces
de procesar (nodos); b) el sistema técnico-funcional e interactivo reticular
(estructura potencial y dada); c) los estados y transiciones representacionales
y los mecanismos que la implementan (flujo de los procesos relacionales); d) el
horizonte de observación (la línea que une cada proceso con un nodo específico
y logra formar familias de conceptos) y e) las fronteras del sistema o unidad
de referencia y sus agentes contextuales (la capacidad de integrar cada
concepto con el resto de elementos de la vida cotidiana, sin que este quede
aislado). El desarrollo de estos elementos no podría considerarse de forma
aislada, ya que por la naturaleza del propio sistema de la CSD vemos que se
alimentan y se representan en forma conjunta, mostrando la característica
principal de enmarcarse como un proceso y no como una estructura solida
inamovible
Retomando la característica del sistema
cognitivo de ser entendida como un proceso, es necesario reconocer que es un
sistema/entorno el que propicia la alimentación de sí mismo. Se debe entonces
establecer una red de criterios fundamentales para su análisis en estructura,
por lo tanto veremos por un lado la presencia, permanencia y coherencia de los
componentes que interaccionan y modifican los resultados del proceso (una pre
codificación o descripción conceptual de los elementos a trabajar), y por otro
lado veremos un resultado de la fase del estado final que posea un cierto grado
de equilibrio con relación a las otras fases del proceso (una continuidad o
correlación con elementos emergentes en el análisis).
En este sentido, cualquier representación a la
que se refiera, puede ser entendida como información codificada, y se puede
tomar como un símbolo distribuido en los agentes, recursos y procesos de forma
que conjuntamente tengan sentido. Así la CSD muestra como las representaciones
pueden inscribirse en medios físicos o entornos (virtuales) que los
signifiquen. Con todo lo anterior, se muestra que las pautas establecidas de la
información, representación y conocimiento participado consiguientes, llevarán
a la formación de expectativas participadas sobre la realización de tareas. Y
dichas expectativas es lo que se reconoce como comprensión de base común o
intersubjetividad (Lozares 2007).
La relación Humano-Computadora tiene una
característica principal ante un análisis realizado con la CSD, y es que los
objetos en sí mismos cuentan con la capacidad de procesar información, por lo
tanto estos objetos permiten desarrollar otras capacidades que se potencializan
a medida que las innovaciones de trabajo con la información y la generación de
datos con el desarrollo tecnológico aumentan.
Como ejemplo de lo anterior podemos encontrar
el concepto de interfase, el cual Lévy (2011) lo describe como todos aquellos
dispositivos que permiten la digitalización de la información, para que pueda
ser computada por la maquina
En la
computación actual estamos acostumbrados a tratar los objetos más cerca de la
representación en sí misma como si fueran objetos reales, y no como una
representación de sus suplentes, es decir una representación de los procesos
realizados por la computadora. Para la CSD el trabajo que se realiza con la
computación sucede con la manipulación de las propiedades de objetos que las
personas crean a través de la representación y no en sí de la cosa (ya que no existe
una forma tal de tomar la cosa). La representación de una pantalla de
computadora se presenta como un “escritorio” que tiene como función desplegar
las acciones a realizar, sin embargo, la conformación de archiveros, programas
y procesos en computación, atraviesan por una forma de organización distinta en
sus esquemas de proceso. Podemos utilizar de forma integral las propiedades que
simulan los procesos a través de las pantallas para organizar la información y
las representaciones que de ella se desprenden, agrupar datos o archivos bajo
distintas categorías y colocar marcas en diversos apartados de los documentos
(Hollan et al., 2000).
Esta
descripción del manejo de información o representaciones en la computación
actual es distinta para aquellos que realizan la programación, ya que estos
logran diseñar los códigos a partir de una lógica, la cual se traduce en el
objeto en sí, y es justamente la característica que comparten en tanto su
función laboral, ya que tras los proceso de creación e innovación estos
trabajadores de la producción de símbolos cuentan con la capacidad de abstraer
y representar a partir de sentencias u oraciones que crean imágenes o distintas
ordenes para el flujo de información.
Este
análisis permite reconocer el carácter “virtual” de los objetos, en el que
encontramos que su relación con la realidad puede ser tomada desde diferentes
categorías. Para Lévy (2011) lo virtual puede analizarse desde la informática,
un sentido corriente o filosófico. Para la filosofía, es virtual lo que existe
más que en potencia y no en acto ya dado, pero para el sentido común lo virtual
es contrario a lo real, perteneciente a una irrealidad. Para la computación, al
ser una entidad desterritorializada, lo virtual es capaz de generar varias
manifestaciones concretas en diferentes momentos y lugares.
Desarrollo
del trabajo de campo y hallazgos
El
trabajo realizado, de cohorte cualitativo se basa en 8 entrevistas realizadas
en la ciudad de Monterrey. Los participantes componen un universo en el que se
encuentran Directores de empresas (a cargo de 5 a 8 empleados), jefes de grupo
y analistas (que mantienen contacto con el cliente), y desarrolladores. Además
se encontró la diferenciación de aquellos concebidos como propietarios de
empresa, empleados y trabajadores por cuenta propia o independientes.
Para
presentar este análisis se mostrarán las características que logran identificar
una red o comunidad a partir de las similitudes, y en los casos que se muestre
relevante se menciona la diferencia entre grupos como una característica.
a)
los agentes, humanos o artefactos, y los recursos que son capaces de procesar
(nodos): Encontramos que una base para el desarrollo del trabajo es el Internet,
en el que se colocan como nodos principales las plataformas de intercambio de
información (redes como Github o diversos foros que contiene información
“colgada” en la red por otros usuarios). Esta estructura de nodos es reconocida
por los programadores como aquella que permite realizar la búsqueda de
funciones básicas en el desarrollo de la programación. Ya que “no vas a
inventar la rueda, pero no puedes copiar un coche” (Director de una empresa de
software a la medida, con 5 empleados de base).
Se
identifica al otro como un espacio sin rostro, al cual no se contacta ni visual
ni auditivamente, solo a través de la sugerencia de los buscadores de ciertas
plataformas. Por lo que permite ver que un nodo principal es la red, pero en un
segundo momento encontramos específicamente los buscadores y como indicador de
fiabilidad los comentarios recibidos a dicha solución.
b)
el sistema técnico-funcional e interactivo reticular (estructura potencial y
dada): Si bien la red contiene una serie de estructuras ya establecidas (en
tanto protocolos de búsqueda y algoritmos creados para facilitar la resolución
de ciertos procesos de comunicación) se mantiene la certeza de que “el mundo es
tu casa y el internet tu oficina” (director de empresa dedicada a la
construcción de aplicaciones móviles y realidad aumentada). Los participantes
de este mercado de trabajo se mantienen en constate formación, ya que las
actualizaciones son un proceso que se genera en todo momento. De esta forma los
“Webinars” o tutoriales en línea, son consultados como parte elemental de la
construcción de conocimiento, basados en los criterios del punto anterior para
reconocer cuales son los que mayormente podrán ser de utilidad. “Tú buscas una
respuesta específica, no te pueden solucionar todo tu problema, pero si te
ayudan a concebir que pasos puedes seguir” (desarrollador de videojuegos).
Los
webinars comparten la característica de ser parte del sistema técnico-funcional
e interactivo reticular (ya que se entiende que allí habrá respuestas para tus
preguntas) y a la vez representa un nodo del cual parte información,
demostrando la relación entre los elementos del sistema cognitivo que
analizamos.
c)
los estados y transiciones representacionales y los mecanismos que la
implementan (flujo de los procesos relacionales): Se parte de la lógica del
código abierto, open source, que
representa uno de los más grandes ejemplos de la inteligencia colectiva.
Mediante estos sistemas se puede identificar como están construidos los
software, ya que se ofrecen en su mayoría el código mediante el cual funciona
algún desarrollo o solución. Además se parte del concepto de una lógica en la
que el software “no existe” son solo ideas de un programador y este las puede
representar (empleado de una consultoría).
Existen
sistemas específicos que no se reconocen como código abierto, tal es el caso de
SAP, el cuál es un conjunto de programas desarrollados en un lenguaje
específico, utilizado en la industria para el manejo integral de sus sistemas
operativos y administrativos. Aún en estos casos se cuenta con una red de
individuos que poseen dicha información. “Vas a una empresa o a una consultoría
y todos nos conocemos, o por lo menos sabemos quiénes somos” (empleada que ha
desarrollado , liderado grupos y actualmente realiza una función de resolución
de problemas para una empresa transnacional, la cual en la sede Monterrey le
ofrece servicio a Alemania, Singapur, India, Japón, Estados Unidos y México)
d)
el horizonte de observación (la línea que une cada proceso con un nodo
específico y logra formar familias de conceptos) para mostrar este punto se
presenta la grafica 1, la cuál es la base a partir de la que se sugiere una
precodficación y que actualmente se mantiene en desarrollo, mediante el
análisis de los datos.
e) las
fronteras del sistema o unidad de referencia y sus agentes contextuales (la
capacidad de integrar cada concepto con el resto de elementos de la vida
cotidiana, sin que este quede aislado): Este punto nos remite a la manera en
que los puntos anteriores han sido coordinados y se alimentan entre sí, sin
embargo, el elemento a reconocer es la distribución de elementos en una red que
alimenta a diversos sectores, ya que la programación en si misma no es un fin,
sino que establece elementos de funcionalidad. Un ejemplo básico es la forma en
que estos trabajadores implican su conocimiento en la vida diaria “yo programé
mi casa, todo desde la tablet,
incluso hice una aplicación para revisar cómo van mis hijos en la escuela
(Propietario de 3 proyectos o empresas distintos, entre ellos la programación
de edificios inteligentes, desarrollo de soluciones mediáticas para campañas
políticas y marketing).
Grafica 1
Horizonte de observación
Elaboración
propia con datos del trabajo de campo
A
través de esta pequeña revisión observamos un campo que permite continuar el
análisis y mostrar la relación de la producción laboral mediante sistemas
computacionales y el desarrollo personal, abriendo una posibilidad de estudio
que incluya los fenómenos de la vida contemporánea y los productos generados en
esta.
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2 Directora de
tesis Dra. Sagrario Garay Villegas / UANL
Designada entre otras tantas formas como el
trabajo de diseño, que cuenta con una relación de conocimiento de técnica,
estética y sobre todo la satisfacción de clientes. Esta producción simbólica se
realiza casi de forma artesanal.